viernes, 10 de julio de 2015

Revolución Vendible




El día que supe que Gloria Trevi escribió una canción de "protesta” contra el presidente pensé varias cosas. Primero me pareció muy positivo el aparente avance de la libertad de expresión que permite a casi cualquier artista manifestar su descontento de forma directa incluso hacia la “máxima autoridad”; después recordé que no todo es tan maravilloso pues canciones como “El Circo” y “La Granja”, ambas de Los Tigres del Norte, fueron censuradas en años muy recientes.

Asimismo, en la canción de Gloria (nada especial por cierto) me fue difícil ignorar el elemento vendible de la protesta, ese aspecto de mercado que hace que un artista pop surgido de programas como “Siempre en Domingo” decida, en un acto de “valentía”, decir cosas “incomodas”. Ese interés que lleva a muchos artistas de diversos géneros a enterarse por encimita de los nombres de ciertos conflictos sociales y “atreverse” a mencionarlos en sus canciones, videos y presentaciones o a mentarle la madre a las autoridades, cosechando aplausos y probablemente aprobación del público.

No me malinterpreten, por supuesto que es algo muy positivo el hecho de que manifestar el descontento ya no sea un acto de alto riesgo. Es más, yo puedo utilizar estas líneas para insultar a Enrique Peña Nieto o a Felipe Calderón con palabras altisonantes y continuar con mi día sin temor alguno a pesar de que quizá me esté excediendo en mi libertad de expresión y que, sin sustentar mi dicho, tal vez sólo se trate de una diatriba demagógica que pretende ganar simpatía o dar una imagen falsa de valentía y, tristemente: si no revelo información que resulte incomoda, no correré mucho riesgo de ser censurado ¿Por qué triste? Porque, como dije anteriormente: la censura todavía existe.

De ahí vamos a frases como: “Nos quieren frenar”, “No nos van a callar”, “Decimos lo que nadie más dice”, “Tenemos agallas”, “Incomodamos a muchos” que se han vuelto comunes en los discursos de candidatos, políticos, periodistas, comunicadores o artistas. Mensajes que, cuando el receptor los considera ciertos, le hacen sentir que al consumir el producto está realizando un acto de rebeldía, responsabilidad social o bien, conociendo “la verdad”. Es infinitamente más fácil recibir conclusiones sintetizadas, comprarlas y repetirlas (o compartirlas en redes sociales) con actitud rebelde y sapiente que realizar un trabajo de análisis minucioso para llegar a una conclusión propia. ¿Pereza intelectual? ¿Prisa?

Vender una forma de ser resultante del consumo de un producto determinado no es para nada nuevo. Si un carro nos da “status” otros productos nos hacen “revolucionarios”.

Es cierto que es muy bueno que los personajes con poder de convocatoria decidan involucrarse en conflictos sociales y difundir un mensaje e incluso que la comunidad tenga un interés de conocer o realizar un cambio, sin embargo, resulta triste y un fraude cuando no hay conocimiento de causa ya que esa imagen de revolucionario se limita a un empaque y eso no sirve de mucho pues es ignorancia disfrazada.

Finalmente agregaré que quizá lo realmente valiente en estos días sería hacer música de protesta contra los narcotraficantes, en contraste, existe un género musical que los glorifica: narco corridos, pero de eso hablaremos después.

Adrián Ricardo Flores Lozano 2015. © Todos los derechos reservados. 
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jueves, 18 de junio de 2015

Multimedios: La venta de lo que sea.


Foto por: Flash.Pro

Nos ofrecen a un grupo de edecanes, luchadores, botargas y “comediantes”. Todos a cuadro al mismo tiempo e improvisando durante más de dos horas, usualmente con guerras de almohadazos, haciéndose bolita, dándose zapes o bailando canciones pegajosas para después pasar la repetición de tan “relevantes” sucesos en cámara lenta.

Nos presentan a un grupo de “analistas deportivos” con una “simpática” tendencia a favor de uno de los equipos de fútbol de la ciudad y preocupados únicamente por generar polémica pues lo importante son las llamadas de la gente y hay que “engancharla”; informar aburre, provocar vende.

Cuando la audiencia está prácticamente garantizada por la falta de alternativas televisivas, no parece haber mucha necesidad de esforzarse ni mucho menos intención de hacerlo. Se puede vender "lo que sea": 

Pero la situación no es muy distinta cuando Multimedios presenta su cara “seria” pues entonces nos ofrece noticieros donde hablan usando un tono “popular” y directo (como si necesitáramos un lenguaje de pueblo, oiga) en los que muchos temas terminan rebasando a los locutores, llevándolos a exponer opiniones limitadas o información deficiente (No saber el nombre del actual Secretario de Relaciones Exteriores o difundir como noticia alarmante el falso rumor de un "roba chicos" suelto en la ciudad, son ejemplos diminutos de dicha circunstancia).

Otra prueba de esta faceta “formal” la encontramos en los últimos meses en los que llamaron animales a quienes eligieron apoyar a uno de los candidatos al gobierno del Estado y hablaron del enorme peligro que representaba dicha candidatura pero se mostraron profundamente lastimados y sorprendidos cuando algunas personas manifestaron su descontento ante tales conductas de la cadena. Entonces Multimedios recurrió a defenderse a través de un mensaje escrito repleto de falacias lógicas; ¿Qué tiene que ver que den empleo a “varios miles de personas” con las acusaciones de ser tendenciosos a favor de un partido político?

Y esa quizá sea mi principal inquietud: cuando en sus espacios informativos no intentan demostrar que tienen la razón sino hacernos creer que los contrarios no la tienen y de paso evitar un debate verdadero, los sesgos cognitivos, las falacias, los chantajes y la manipulación, son las mejores herramientas.

Lo de sus “periodistas” mostrando reacciones que rayaron en berrinche ante los resultados electorales tristemente no me sorprendió sino que incluso me pareció que era de esperarse.

¿Hay que sacarlos del aire? La realidad es que yo no propongo que desaparezcan o censuren a Multimedios pues considero que la libertad de expresión consagrada en el artículo 6to Constitucional implica coexistir con expresiones que no nos gustan, es más, ni siquiera discutiré sobre si su contenido es censurable en términos del mismo artículo ni mucho menos llamaré al boicot. Tampoco creo que estemos obligados a verlos ni que deberían “culturizar” a la población, sin embargo, inevitablemente me surgen múltiples dudas.

¿Es el rating defensa suficiente para un contenido evidentemente pobre? Vende muchísimo pero ¿Que alguien compre algo justifica la venta sin importar qué sea ese algo? ¿Realmente les sorprende que ya muchos hayan manifestado en tantas ocasiones su repudio hacia la cadena? ¿Entretener con chatarra y presentar información sesgada o deficiente es consecuencia de una falta de esfuerzo por la carencia de competidores o de una preocupante falta de aptitudes? ¿La gente pide eso o es lo único que le han permitido conocer y, en consecuencia, pedir? ¿”Si no te gusta no lo veas” es un argumento suficiente para evadir la auto crítica y perpetuar una televisión que parece destinada a ocasionar lesiones cerebrales? ¿Lo es en un contexto de opciones de entretenimiento e información tan limitadas?

Si estas son las opciones de televisión abierta, hasta parecería lógico elevar a “Derecho humano” el que el Estado garantice el acceso a la televisión de paga o a los servicios de internet para contar con otro tipo de fuentes de entretenimiento e información, porque no es digno, justo ni humano que las alternativas de la mayoría de la gente sean tan lamentables y vergonzosas. 



Adrián Ricardo Flores Lozano 2015. © Todos los derechos reservados. 
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Fuentes: 

viernes, 12 de junio de 2015

Carta a Rodrigo Medina.

Foto de: Aldocampuzanor

Estuviste en la silla durante la peor época de Nuevo León. Nos acostumbramos a escuchar balas, a ver cuerpos colgando en puentes, a que en otras partes del mundo supieran que nuestro Estado era inseguro, a escuchar sobre secuestros y vivirlos o temerles, a cambiar nuestras actividades y un montón de sucesos desagradables que de enunciarlos todos prolongarían en exceso este párrafo.  

Muchos fueron permisivos y no criticaron el hecho de que no “solucionaras” el tema de la inseguridad mencionando, entre otros factores, que el problema afectaba a todo el país (lo cual es cierto), pero tú ni siquiera tuviste la decencia de dar la cara. No te escuchamos ni leímos mucho, no propusiste gran cosa y aportaste todavía menos. 

El Huracán “Alex” tuvo efectos devastadores en el Estado y, un lustro después, aún se perciben vestigios de ese desastre. Es cierto, no todo es responsabilidad tuya, bendito sea el artículo 115 constitucional y las funciones de los municipios para que, nuevamente, seamos permisivos contigo. 

Podrá criticarse que otros gobernadores hayan buscado “significarse” con actos y obras como la macroplaza, el puente atirantado o el fórum de las culturas pero a ti ni siquiera eso se te puede reprochar porque el rastro de tu gobierno está matizado únicamente por el gris. ¿Qué le diste a Nuevo León?

Fuiste irrelevante y sin embargo, eso no fue lo más grave de tu gestión porque, paradójicamente, sí serás recordado y pasarás a la historia.

Y es que ya sea por campaña electoral, venganza política o “campañas de desprestigio” (me adelanto a tus posibles defensas) se han ventilado actos de la más descarada corrupción relacionados contigo.

Empresas fantasmas en Estados Unidos, filiales en las Islas Caimán, más de un centenar de inmuebles en San Antonio, Texas, y engaños para obtener ejidos en Mina y García. Incluso se te acusa de poseer una fortuna de aproximadamente mil millones de pesos, acusaciones en las que también está involucrado tu padre. Ya no hablemos de los señalamientos sobre que cuadriplicaste la deuda pública de Nuevo León ni de que perpetuaste el pago de tenencia “para financiar los gastos de seguridad y procuración de justicia”. ¿Cuánto le quitaste a Nuevo León?

Partamos de que gozas del principio de “presunción de inocencia” y que hasta que no se prueben fehacientemente cada una de las acusaciones, serás inocente. Pero el hecho de que haya miles de personas firmando para procesarte, que tu partido haya sido vencido de forma tan apabullante en las elecciones como consecuencia evidente del voto de castigo que incluso personas del PRI decidieron manifestar, que te hayas vuelto noticia nacional por motivos tan vergonzosos y que, al menos en la percepción general Medina sea sinónimo de corrupción, es algo que tendrás que explicarle a tu descendencia por el resto de tus días.

No me queda más que desear que haya juicios sobre cada uno de estos temas y, como lo deseo en los de cualquier otra persona, que éstos sean justos. Si eres culpable deberás ir a la cárcel, si resultases inocente, aun así padecerás el repudio del pueblo por tu falta de liderazgo, carácter y, quizá, vergüenza.  

Entre cantaletas electoreras ofreciste dar tu vida por Nuevo León y lo único que entregaste fue tu carrera política porque si este Estado tiene memoria, no deberías de volver a ocupar un cargo público jamás en tu vida.


Adrián Ricardo Flores Lozano 2015. © Todos los derechos reservados. 
Prohibido copiar este texto.


Fuentes: 

1.http://www.jornada.unam.mx/2015/06/07/politica/015n1pol
2.http://aristeguinoticias.com/1704/mexico/vinculan-a-padre-del-gobernador-de-nuevo-leon-con-inversiones-millonarias-en-texas-nota-y-video/
3. http://www.info7.mx/a/noticia/304701
4.http://www.diariolaestrella.com/2015/06/01/140644/firman-miles-en-nl-contra-gobernador.html
5.https://www.youtube.com/watch?v=uxrg4Zeotvg
6. http://www.vanguardia.com.mx/milmillonesdepesosfortunaderodrigomedinadicealdofasci-2336514.html
7.http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/medina-cuadruplica-deuda-de-nuevo-leon-1432712515


lunes, 8 de junio de 2015

Bronco Gobernador: esperanza y dudas.


Foto By JEGomezV (Own work) 

El triunfo de Jaime Rodríguez Calderón, como todo tema visto desde una perspectiva objetiva, está cargado de claroscuros.

Aquí sólo unos cuantos que identifico yo:

  • Sienta un precedente importante en la vida democrática del país. Alguien puede aspirar a un cargo público sin la necesidad de pertenecer a un partido político y sin contar con los fondos destinados a los partidos.
  • Esa persona por décadas formó parte de un partido político y lleva menos de un año siendo “independiente”. También está el importantísimo tema de aclarar los fondos de su campaña.
  • Se impuso el voto de castigo y la voz tanto de insatisfacción como de incredulidad de la ciudadanía: no queremos perpetuar al PRI y no nos gusta ni creemos en el PAN.
  • Sin publicidad tradicional, entiéndase televisión y radio, un candidato logró el triunfo con un margen sumamente amplio. Incluso hubo en la televisión y radio (y hasta en nuestros teléfonos, maldita sea) ataques constantes a Jaime sin olvidar los lamentables actos de proselitismo alarmista que realizó un ex presidente.
  • Algunos medios electrónicos mostraron una clara tendencia a su favor desde hace varios meses.
  • La mafia de “Los Medina” precedida por Natividad González Parás parece haber perdido la protección de su status quo.
  • Jaime tiene antecedentes de despojo de tierra y endeudamiento importantes. No es un candidato que pueda presumir de no tener historial de corrupción.
  • Al no pertenecer a ningún partido, se enfrentará a un congreso local plagado de mafias partidistas y a una federación en la que el PRI ostenta el poder ¿representará eso un problema en el aspecto presupuestal?

¿Qué papel jugará Fernando Elizondo? ¿Quiénes serán los miembros de su gabinete? ¿Con quién habrá asumido compromisos? ¿Procederá en contra de los “aviadores”, corruptos y de “Los Medina? ¿Hará algo para combatir la impunidad? ¿Podrá lidiar con la deuda del Estado y administrar las finanzas públicas de forma adecuada? ¿Tendrá los suficientes conocimientos en administración pública?

Jaime llega a un Estado que fue golpeado muy seriamente por la inseguridad en el sexenio pasado mientras un gobernador tibio ni siquiera daba la cara al mismo tiempo que, como se ha mostrado en los últimos meses, aparentemente se enriquecía de forma descarada e ilegítima.

Aunque la gestión de Medina haya sido lamentable (siendo benévolos), “la vara” para Jaime no está baja sino todo lo contrario pues las expectativas para su mandato son muy elevadas porque ya sea como consecuencia de la molestia ciudadana o de que hayan creído en su proyecto de gobierno, la gente quiere que Jaime represente un hito no sólo en los resultados electorales (lo cual ya es) sino en la forma de dirigir al Estado, lo que es infinitamente más complicado. 

Discutir sobre si gozó de simpatía o se benefició de la antipatía que despiertan los otros partidos, es decir, si ganó “El Bronco” o perdieron el PRI y el PAN, pasa a segundo plano porque, desde ya, la pregunta alrededor de Jaime debe ser: ¿Es capaz de gobernar a un estado endeudado, inseguro, enfurecido y decepcionado? Tiene varios meses para comenzar a trabajar y tendrá seis años para respondernos. 

Independientemente de mis dudas (las cuales no perderé) y tal vez contagiado parcialmente por "Efecto Fox" que consiste en tener esperanzas basadas más en el deseo que en la realidad, espero por el bien de Nuevo León que Jaime tenga una buena gestión y haga un buen papel .

Adrián Ricardo Flores Lozano 2015. 


sábado, 9 de mayo de 2015

Adios Tecnológico.




A través de una de las puertas pude mirar hacia la tribuna de preferente totalmente llena, pintada de albiazul y ondeando banderas con una M enorme. Escuché por primera vez en carne propia el murmullo de la gente que hasta entonces sólo conocía en la televisión, los videojuegos o en las imitaciones que con la garganta hacía mi primo Miguel cuando anotaba un gol en el sótano de su casa.

Sentado entre mi padre y su amigo “El Tati”, por fin dejé de hacerles preguntas infantiles y les permití platicar a gusto pues yo ya estaba perdido en el rectángulo verde todavía vacío.

Sonó el himno del Monterrey, saltó “La Pandilla” a la cancha, reconocí al “Tato” Noriega, a Sergio Verdirame y a “La Bomba” Ruíz Díaz. Me invadió una emoción inmensa que recorrió mi pecho hasta llegar a mis piernas provocándome mariposas en el estómago y  me puse de píe como si se tratara de honores a la bandera en una asamblea de lunes. Hasta hoy me es imposible escuchar el himno sin recordar ese momento y percibir en mi cuerpo vestigios de aquella sensación.

Tenía 9 años, era el 10 de mayo de 1995, partido de Repechaje contra los ya desaparecidos Tecos de la UAG. Apenas comenzaba a gustarme el fútbol y era tan nuevo que me reí fuertemente cuando escuché que un jugador de Tecos se llamaba Hugo Aparecido hasta provocar un “Ya m’ijito” de mi padre, me sorprendí con la existencia de los “recoge balones” y con el hecho, muy obvio por cierto, de que el narrador sólo se escuchaba en la tele.

“El Vaquero” Jauregui fue el encargado de abrir el marcador y de mi primer grito de gol en el Tecnológico que, dicho sea de paso, me raspó la garganta, costumbre poco sana que sigo manteniendo. David Patiño lo sentenció: 2-0 ganó el Monterrey.

Al salir del estadio me compraron mi primera camisa Rayada, era pirata (muy pirata) pero tenía el 17 en la espalda, el del “Tato”. Tenía menos de dos años de vivir en Monterrey, poco más de 6 meses de gusto por el fútbol pero ya era oficialmente Rayado, nada podía cambiarlo.

Yo quería volver cada quince días porque en ningún lugar podía repetir esa sensación con tal intensidad pero mi padre no es Rayado ni asiduo a los estadios, sin embargo, en los años siguientes haría el sacrificio de llevarme de vez en cuando al Estadio Tecnológico a ver, seamos honestos, partidos muy malos y casi siempre con resultado adverso. Estamos hablando del Monterrey de la segunda parte de los 90.

La última vez que mi padre me llevó al estadio fue el 9 de mayo de 1999, cuando "El Abuelo" Cruz y "El Alvin" Pérez nos mantuvieron en primera división, quizá el único momento importante que le tocó vivir conmigo en el Tec, Después de ahí, ya no tuvo que sacrificarse pues yo ya era un adolescente.

A partir de los 15 comencé a asistir por mi cuenta. Siempre en la tribuna de preferente o general y únicamente cuando conseguía boleto pues no tuve mi primer abono hasta que fui adulto.

Nos sentábamos en tablas astilladas y acudíamos a baños dignos de una cárcel y con olor a gasolinera, separados de la cancha por una pista de atletismo y a veces viendo a los jugadores mover el balón sobre líneas de fútbol americano pintadas por algún partido de “Los Borregos” de días anteriores.

Sin embargo, para mí siempre fue un estadio maravilloso por la vista al cerro de la silla, por los mejores choripanes de la ciudad, por las columnas con enredaderas detrás de la portería, por los vendedores de cada semana, “El güero”, “El papas-cigarros” o por celebres personajes como “El Lavolpe” o “El Fuck You”, por los gritos, chistes y cánticos de la gente, por las porras y las competencias de porras contra los de numerado y sobre todo por la herradura, esa en la que vi gritar a Guillermo Franco, Humberto Suazo, Aldo Denigris, Walter Erviti y Jesús Arellano, por mencionar a algunos.

En ese recinto tan criticado por su mal estado, viví todo tipo de emociones como el gol del “Alvin” Pérez, la dolorosa final contra Pumas, el clásico de vuelta por la semifinal del Clausura 2003,  el 7-1 a Veracruz, el gol de Denigris al América, la voltereta en la final contra Cruz Azul en la que me tuvieron que calmar entre varias personas porque estaba temblando y gritando “No es cierto” pues no podía decir la palabra gol, el clásico de copa de 2013 y un montón de momentos importantes en la historia del club.

Pero para mí el Estadio Tecnológico siempre significará esa sensación que me invadió al mirar por el umbral a una grada totalmente pintada de azul y blanco, un sentido de pertenencia, es cierto, totalmente irracional, pero que desde aquel día jamás se fue.

Hoy 9 de mayo también, no sabemos si será el último partido en el Estadio Tecnológico pero pase lo que pase: Gracias Tec.









miércoles, 22 de abril de 2015

El chilango y los rancheritos.





"Pinches rancheritos"  fue la manera en que Cuauhtémoc Blanco se refirió a la afición de Monterrey antes de un partido contra los Tigres. Ese sábado les anotó y celebró burlonamente, como era su costumbre. 

Semanas más tarde, la selección jugaría en el volcán un partido molero más contra uno de los "clásicos rivales" para amistosos: el trabuco de Ecuador.

Yo, con 13 años, junté dinero para ir al estadio universitario para ver por primera vez a la selección mexicana en vivo por lo que, aunque fuese un partido más, para mí era y sigue siendo una fecha relevante: 14 de mayo de 1999.

El estadio estaba completamente lleno, en su mayoría de camisetas verdes y alguno que otro necio con camisa de los tigres. Se coreaban porras de México e incluso salió la mascota de los felinos vistiendo la camiseta de la selección y una ridícula peluca simulando el peinado de Luis Hernández.

La mascota de los Tigres se acercó hacia nosotros y yo desde la cuarta fila, por razones rayadas, le pinté un dedo y ésta sorprendentemente contestó regresándome el saludo sin que los demás entendieran por qué un mono de peluche insultaba a nuestra zona, así que comenzaron a gritarle: "Chingue su madre el tigre" por un lapso breve; sonriendo por mi "logro" confirmé que ni la selección nos hace olvidar que somos regiomontanos y más tarde, dicho aspecto quedaría acentuado.

Saltaron los equipos a la cancha y todo parecía normal hasta que el sonido local anunció las alineaciones. Después de la mención a Cuauhtémoc Blanco vino un ensordecedor abucheo.

Creí que sería sólo la bienvenida pero durante los 90 infumables minutos de aquel 0-0, cada que el de Tlatilco tenía la pelota, el estadio se unía para abuchearlo e insultarlo. Monterrey no quería al Cuau.

Yo no compartí el abucheo pero, sin justificarlo, más o menos entendí y entiendo. ¿Cómo habría recibido el Azteca a Denigris o a Arellano para un amistoso irrelevante si éstos hubieran insultado a los chilangos semanas antes del encuentro?

Pero el jorobado tenía una fuerte pasión por la camiseta verde y un carácter inigualable. Dos años después, haciendo dos goles y una asistencia para el 3-0 a Honduras que nos calificaba al mundial, puso a todos a los regiomontanos a celebrar en la macroplaza con tal intensidad que los policías nos exigieron calma sólo para recibir nuestro cántico: “Los polis son de Honduras” y corretearnos un par de metros.

No triunfó en Europa, no ganó un mundial y, quizá por la época, no recibió ofertas de equipos de ligas competitivas. Sólo ganó un título de liga en México y tiene un palmarés más bien discreto. Su físico no es el más privilegiado y desde hace mucho tiempo que dejó de ser veloz. Incluso su forma de tocar la pelota era muy peculiar pero sumamente efectiva, baste ver el gol con el que elimina a Estados Unidos en la semifinal de la Confederaciones del 99 o el quinto gol a Brasil en la final del mismo torneo. 

Me atrevo a decir que más por su incuestionable talento, Cuauhtémoc logró ser ídolo por su personalidad que lo animaba a hacer jugadas diferentes, a encarar al rival, a retarlo, a hacer la jugada más complicada pero sobre todo: a sacar la cara en los momentos complicados. 

Le daba arrimones a Landon Donovan en pleno mundial, retaba a un gigantesco David Suazo sin intimidarse, le celebraba en la cara a Lavolpe, a Félix Fernández, le hizo la burlona Cuautemiña a los coreanos, italianos y alemanes (que lo bajaron a patadas), retó a la afición colombiana antes de un partido en Cali, les anotó tres goles y lo despidieron entre aplausos, bajaba balones con las nalgas, daba pases con la joroba, tenía una celebración característica (inspirada en Kiko del Atlético de Madrid, según sus propias palabras), hizo un gol rarísimo lleno de carácter a Bélgica en un mundial y, jamás olvidarlo: tuvo la capacidad de llevarnos a los mundiales de 2002 y 2010. 

Blanco fue el ídolo surgido de barrio que jamás disimuló su personalidad. Nunca se sintió menos que ningún jugador que valiera millones de dólares. Aún perdiendo sacaba el carácter y te hacía sentir orgulloso. Representaba a México no sólo con la camiseta sino con su irreverente forma de ser. Eso hizo que la gente lo quiera más que a jugadores que fueron incluso mejores o más trascendentes que él como Márquez y Hugo Sánchez. 

Más de 15 años después, el 23 de agosto de 2014 volví a ver a Cuauhtémoc Blanco en vivo, ahora en el estadio Tecnológico para el partido Monterrey-Puebla. Ya muy disminuido y sin destacar en el juego, tuvo sin embargo la capacidad de hacerse notar. En un hecho sin precedentes, al salir de cambio en el minuto 73, la afición le aplaudió a un jugador que jamás había vestido la camiseta local, algunos hasta lo hicimos de píe y él devolvió el gesto a la afición. La reconciliación estaba consumada: Cuauhtémoc, el chilango, es de todos, hasta de los regiomontanos.  

Gracias Cuauhtémoc. 





Explica su celebración.

                                                                                                        Adrián Ricardo Flores Lozano 2015. 


martes, 24 de marzo de 2015

La PT-ización del País



“El Abuelo” Cruz, Judith Grace, “El Viejo” Paulino, “Chis Chas”, Tomás Boy y la mamá de Tatiana. Ya más o menos estábamos acostumbrados al burdo espectáculo que ofrecía en nuestro estado el Partido del Trabajo en cada proceso electoral.

Pero hoy ese PT, alguna vez llamado “Partido de la Televisión” parece haberse vuelto modelo a seguir y otros partidos políticos e incluso las candidaturas independientes nos ofrecen aspirantes como Cuauhtémoc Blanco, El payaso “Lagrimita”, “El Pato” Zambrano, Carmen Salinas (Plurinominal), sin olvidar que llegaron a sonar nombres como Roberto Palazuelos, Laura Zapata, Alejandro Camacho, Yuri, Carlos Villagrán “Quico” y ya no quiero pensar en más "opciones". 

¿Es grave que tengan un antecedente televisivo o de fama? Para nada, lo preocupante es que ninguno de ellos aparente contar con los conocimientos y aptitudes necesarias para ocupar los cargos a los que aspiran y, lo más deprimente: parecen creer (o saber) que eso le importa poco a la gente.

En palabras del autor Jesús González Pérez: “El administrado es soberano el día de las elecciones. Pero, después, sigue siendo administrado frente a los gobernantes”. En México el pueblo no es más que electorado y lo que importa es que votes por mí.

Pero ¿De qué sirve esa soberanía, de por sí bastante limitada si persiste en los electores la idea de que los puestos públicos son para “jefes” y que por lo tanto necesitan tener “agallas” o ser humildes y sencillos? No olvidemos que hay gente con esas características o incluso bien intencionada y noble que resulta totalmente ineficiente. 

En lo que respecta a legisladores, se ha hablado de la urgencia de que en el congreso haya personas con especialización en diferentes áreas como medicina, urbanismo, arquitectura, psiquiatría, tecnología, por mencionar algunas, con el objetivo de tener leyes mejor adecuadas a las necesidades del país pero ¿Qué son los conocimientos especializados frente a la popularidad, la “buena espina” que provoca un personaje o el “partidismo”?

Si la capacidad no es un factor al que los electores le den mucha importancia, la ridiculización de nuestras boletas electorales no debería parecernos tan extraña. 

Frases hechas como: “El PAN nunca es corrupto y jamás pacta con narcos”, “Sólo el PRI sabe gobernar”, “Todos los partidos roban, necesitamos ciudadano”, etcétera, se repiten mecánicamente sin el mínimo ejercicio crítico porque es más fácil recurrir a ellas que realizar un análisis detenido pues entonces tendríamos que enfrentarnos a la incómoda realidad: no hay atajos ni salvaciones inmediatas.

La "inmadurez electoral" origina que, entre otras cosas, los partidos políticos nos ofrezcan gente popular o que las candidaturas independientes no haya servido para abrirle paso a los más capaces que no tienen carrera política sino que se convirtieran en la mejor noticia para la gente carismática independientemente de su falta de aptitudes; si en México la capacidad es irrelevante frente a las ovaciones y la simpatía, lo “democrático” es que no necesites un partido para llevarte un “hueso”.  

La situación del país es grave y si sigues votando con el “corazón” te lo van a romper, usa la cabeza o acostúmbrate a seguir teniendo opciones ridículas, carismáticas e incapaces.

Adrián Ricardo Flores Lozano 2015


Fuentes: 

  • http://www.redpolitica.mx/elecciones-2015/roberto-palazuelos-analiza-posible-candidatura-diputado
  • http://www.cronica.com.mx/notas/2015/878062.html
  • http://www.milenio.com/hey/actor_Alejandro_Camacho-buscara_diputacion-diputado_Alejandro_Camacho_2015_0_428357258.html
  • http://www.milenio.com/politica/Yuri_candidata-Partido_Encuentro_Social-PES_Yuri-condidatos_PES_0_431357028.html
  • http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/01/26/1004817
  • Jesús González Pérez, "El Procedimiento Administrativo Federal".